Venga a nosotros Tu Reino...

Estimado visitante:

Estoy convencido que hay otra forma de vivir !

Y no solo esta. Pero tenemos que construirla.

Tenemos que pedirla al Unico que puede darla.

"Venga a nosotros tu Reino"

OLGA BERGANTINO DE PANAMÁ (1)

Hermanos, cuando nos hablan sobre el Reino de los Cielos, nos viene a la mente, que nos gustaría, en algún momento, alcanzar ese Reino que desconocemos pero que sabemos está presente y usualmente nos hacemos la pregunta; "Que es el Reino de Dios, "Donde está ese Reino", "Como lo alcanzaremos". Y al no saber qué hacer, ni por donde comenzar a buscarlo y terminamos con la idea, que ese Reino, solo lo veremos, si nos salvamos, después de la muerte.
Sabemos que existe, porque cuando rezamos el Padre Nuestro, es la primera petición, que hacemos, "Venga a nosotros tu Reino". Y hemos leído en el Evangelio, que fue el mismo Jesús quien nos lo enseñó, en contestación a la petición de sus apósteles, que le solicitaron que los enseñara a orar como lo había hecho Juan con sus discípulos. Esta es la primera petición que le hacemos al Padre en esta oración, pero la tercera más importante para nuestro Dios; las dos primeras darle honor y gloria a Él y la tercera, pedirle con un corazón anhelante de estar en su presencia, que traiga a nuestras vidas su Reino.
Ahora bien, si estamos caminando con Jesús, si lo conocemos, aún cuando sea un poco, si creemos en El, sabemos que no nos engaña, ni nos miente, y que si el nos enseña a orar así, es porque es posible alcanzarlo y vivirlo plenamente, El es el "Camino, la verdad y la Vida!, por consiguiente solo en El encontramos la Vida en Gracia que nos alcanza su Reino.
"El Historiador H.G. Wells escribió: "Esta doctrina del Reino de los Cielos, que es la enseñanza principal de Jesús aun cuando represente tan pequeña parte en el credo cristiano, es ciertamente una de las doctrinas más revolucionarias que alguna vez haya revolucionado y transformado el pensamiento humano."
Bello pensamiento, es una doctrina que nos induce a buscar este Reino, para hacerlo nuestro y estar en él por siempre, porque sabemos que sólo allí encontraremos y viviremos en la tan anhelada paz que afanosamente buscamos.
Los Evangelios nos muestran a un Jesús, proclamando el Reino de los Cielos como algo que está llegando en el ahora de su presencia física entre nosotros. Y nos muestra que no debemos dejarlo para después, sino que es algo que ya llegó y permanece. Cuando Jesús, expulsa demonios, sana a los enfermos, nos está mostrando ese Reino presente y una nueva vida que debemos aceptar para alcanzarlo, pero además nos da una nueva esperanza en Dios. Todo esto debió llevar a los judíos de aquella época a creer, pues estaban recibiendo su fruto, pero que lástima que ni ellos, ni nosotros ahora, confíanos en esta premisa de Jesús, y seguimos dando "tumbos y tambos" en el ahora de nuestras vidas sin saber por donde debemos caminar,
Jesús, a quien lo llamaron Rey de los judíos, era exactamente un Rey, que había venido a instituir su Reino entre nosotros los hombres, sus hermanos. El Rey había llegado para mostrarnos como era su Reino y para que nos animáramos a aceptarlo para vivir conforme al mismo.
Él, la persona de Cristo ya vivía ese Reino, porque lo había traído con El, su Padre se lo había dado, y deseaba que nosotros también gozáramos de este bien eterno.
Entonces sabemos que si tenemos a Jesús con nosotros, si vivimos sus enseñanzas, si cumplimos sus mandatos, si aceptamos su voluntad, si cambiamos nuestras vidas y nos convertimos en espíritu y verdad, tendremos el Reino de Dios con nosotros.
Todo esto requiere hermanos, algo que el Padre nos ha regalado desde nuestra concepción, "inteligencia, voluntad y libertad".
Inteligencia que nos permita discernir correctamente el camino de acuerdo a nuestras acciones. ¿Hacemos el bien, o hacemos el mal? ¿Amamos sin esperar nada, o estamos esperando recompensas? ¿Guardamos rencores y anida en nuestros corazones la venganza y el deseo de retribuir el mal con otro mal mayor? ¿Amamos a Dios con un amor puro, o estamos con El, como el que espera recompensa, aún por las pequeñas cosas que hacemos para agradarle?
Si continuamos caminando por los senderos de la sensualidad, y lo que nos está dando el mundo donde vivimos es solo ambiciones, traiciones, mentiras, soberbia, vanidad, el tener y el poder, etc. Etc. Etc. Y dejamos de lado lo más importante que es Jesús y sus enseñanzas compendiadas en los Evangelios, entonces hermanos no estamos construyendo el Reino de Dios, sino el reino del mal.
Si este Reino fue traído y mostrado a nosotros los hombres, nos toca continuar trabajando para hacerlo presente en el ahora de nuestras vidas. Claro que alcanzaremos el mismo, cuando demos el último paso en nuestras vidas, allá lo alcanzaremos en toda su plenitud, pero repito, es el ahora de nuestra existencia, donde debemos comenzar a construirlo para la gloria de Dios, para el bien del mundo y el bien de todos los hombres.
Hay algo muy importante, el Reino de Dios debe ser alcanzado por todos nosotros, los pecadores, y no debemos creer que somos santos con aureolas, somos pecadores que caminamos, pisando firme en la tierra, con la MIRADA EN EL CIELO.
Y eso nos lo dijo Jesús en el Evangelio, según san Lucas 5, 27-32

"No son los sanos los que necesitan al médico sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, para que se conviertan"..
El Reino de los Cielos está en JESUS, presente en nuestras vidas, con El, en El y para El debemos hacerlo presente.
Este Reino debe tener su morada en nuestros corazones y en nuestra Voluntad, para que TODO lo que hagamos lo hagamos para el bien de todos, para la salvación de todos, y especialmente para la Gloria de Dios.
Que el Señor nos ayude a proyectar esta verdad. Solo así, Dios será entonces «todo en todos» en la vida eterna. ((1 Co 15, 28),
(1) OLGA BERGANTINO es una señora panameña de vocación docente, con amplia cultura espirtual. La mayor parte de su vida la ha empleado al servicio de la causa del Evangelio. Ha sido profesora de cursillos de cristiandad. Nos ofrece en primicias este sabroso estudio místico sobre el Padre Nuestro, que iremos sacando en diversos capítulos en esta revista de espiritualidad vivencial. Le agradecemos su colaboración.
Cada dos meses D.m. aparecerá un trabajo o poesía de Olga 

http://web.jet.es/mistica/olga1.htm

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